miércoles, 21 de noviembre de 2007

FAUNA HUMANA, FAUNA URBANA. EL OCUPAMOSTRADORES

Después de un prolongado silencio, vuelvo con nuevas fuerzas a hablar de algunos tipos de gente de esas que se dicen que están en este mundo porque tiene que haber de todo...o casi.

El primero de ellos va a ser el ocupamostradores. Pero, ¿Quién es el ocupamostradores?

Supongo que a todo el mundo le ha pasado alguna vez que ha tenido que hacer cola para algo: correos, hacienda, gestiones diversas, la cola del paro....Es curioso como todas las instituciones públicas lo primero que ponen es un mostrador y hasta que no encuentran a la persona que se ponga detrás del mismo (otro día hablaré de ellas), no abren. También es curioso que normalmente hay más gente haciendo cola que siendo atendida o haciendo cualquier otra cosa. De echo, a estos sitios se viene directamente a hacer cola. Personalmente he tenido que pasar por una multitud de estos lugares y por mucho que he intentado buscar el momento idóneo para hacer la gestión correspondiente siempre me he encontrado a alguien delante. A veces he llegado a pensar que esta gente forma parte del "kit mostrador".

Pues bien, a lo que iba. No sé si le ha pasado alguien más (espero que sí), pero la mayor parte de las veces me ha tocado delante al "ocupamostradores", este es un tipo de persona bien curiosa. Aparentemente es normal en todos los sentidos, en condiciones normales pasaría totalmente desapercibido, pero en cuanto se encuentra con un mostrador delante se transforma y saca a la verdadera bestia que lleva dentro. Me he encontrado a tantos tipos de esta especie que solo verle acercarse al mostrador correspondiente ya sé que es un ocupamostrador.

Lo primero de todo es la forma de aproximarse al mostrador. La mayor parte de las veces están inmediatamente detrás de la persona que les antecede, llegando casi al contacto físico con la persona que tienen delante. Tanto es así que muchas veces ésta tropieza con ellos en su afán por alcanzar su meta. En segundo lugar, suelen desparramarse por el mismo mostrador adoptando una postura que en los libros de yoga se llama "ser uno con el mostrador". Muchas veces llevan un fajo de hojas (desordenadas, por su puesto), que despliegan con rapidez ante la jeta hieratica del funcionario de turno acostumbrado a tratar con este tipo de gente (y otros aún peores), y a partir de allí comienza la tortura para el que viene detrás, ya que la media hora no se la quita nadie.

Este tipo de gente, una vez llega a su destino, siente la imperiosa necesidad, de contar su vida, la de sus padres, hermanos, vecinos y cualquier conocido que se le pase por la cabeza. Por otro lado, por más facil que sea la cuestión que les lleva allí, necesitan algo más de diez minutos para explicar el motivo que les lleva hasta allí, luego, por más sencilla que sea la respuesta, necesitan otros diez o quince minutos para entender lo que les dicen, y finalmente tras explicar (normalmente en voz alta) a qué hora se han levantado, que han desayunado, y una explicación detallada de cada uno de los pasos que le han llevado hasta allí, se dan por satisfechos y sueltan a su presa, para alivio de toda la cola, que para cuando termina ha multiplicado por 12 su volúmen.

Quizás lo mejor de todo es la mirada de inocencia que sueltan al contemplar varias decenas de pares de ojos inyectadas en sangre deseando saltarles encima y despedazarles allí mismo. Lamentablemente a lo largo de mi vida me he encontrado varios especímenes de estos (muchos la verdad) y no hay vez que no pase por mi lado que pasen por mi cabeza mil formas de hacerle pasar los mil y un tormentos y sufrimientos. Y estoy seguro que no soy el único....

domingo, 12 de agosto de 2007

Lecciones bien aprendidas

Corría el año 1898 en la isla de Cuba, una de las últimas colonias de nuestro glorioso imperio (si, aquel en el que nunca se ponía el sol). Sin embargo, aquella colonia quería desembarazarse del dominio español (desagradecidos ellos), y además al estar tan cerca de un joven país, con ánimo expansionista, la isla en cuestión era más o menos como una bomba a punto de estallar. A ese polvorín fue enviado un periodista norteamericano para cubrir la noticia de la insurrección cubana. Sin embargo, el periodista, después de recorrer la isla, a pesar de las tensiones, no vió ningun motivo para continuar allí (en aquellos tiempos no se habían inventado las vacaciones). Por ello envió un telegrama a su jefe (un tal William Randolph Hearts propietario de la mitad de los medios de comunicación norteamericanos), comunicándole que allí no había ninguna guerra y que volvía a casa. La respuesta del magnate fue más o menos esta "Quédese allí. Yo le enviaré una guerra". Poco tiempo después explotó el navío norteamericano "Maine" anclado en aguas cubanas y que permitió a los norteamericanos meterse en el conflicto. El resto es historia....

Esta anécdota (se asegura que es totalmente cierta), viene a ilustrar el poder de los medios de comunicación. Seguramente esta y otras anécdotas las tuvieron bien presentes Goebbels y sus colegas nazis, posiblemente uno de los primeros grupos políticos que utilizaron masivamente la propaganda como un eficaz instrumento del Estado.

Desde entonces (y la verdad que mucho antes), la propaganda forma parte de cualquier grupo político por pequeño que sea.

Dicho esto, llevo una larga temporada escuchando por los medios de comunicación lo mal que funciona el servicio de cercanías de RENFE de Barcelona. De hecho, al lado de los "sin techo", duerme en la estación de Sants una cuadrilla de periodístas de las diferentes cadenas de radio, prensa y televisión para dar cumplida cuenta del deficiente servicio de un servicio que tiene varios miles de usuarios diarios. Incluso hay cadenas de radio que después de los deportes conectan en directo con los periodistas para dar el "parte de guerra".

Denunciar el mal estado de un servicio tan importante como el de trenes me parece de lo más correcto. Sin embargo, hace unos años fui uno de estos usuarios habituales de los trenes de cercanías. Y mis recuerdos de aquella época no son especialmente buenos. Rara era la semana que no había algún problema con los horarios, con los trenes y con la catenaria. Tanto fue así que acabé buscando otras alternativas de transporte. Irónicamente, seguramente muchos de esos jóvenes periodistas que dan el parte desde la estación de Sants, debieron ser también damnificados por los retrasos y averias de trenes cuando iban a la facultad de periodismo. Bueno, si no tenían coche, claro.

Lo que me parece más gracioso del tema es que nuestros insignes e iluminados políticos han estado tan preocupados por temas tan trascendentales como el nuevo Estatut, la desmembración de España, la tregua con ETA, la inmigración y cosas parecidas, que no han podido atender este asunto que afectaba tan de cerca a tantísimos ciudadanos. Lo meritorio del tema es que somos nosotros los que les votamos y ellos cuando están en el cargo deciden resolver los problemas que a ellos (y no al ciudadano) les parecen más importantes. Unos "cracks" la verdad. Naturalmente, y a pesar de los enormes problemas que a diario aparecen por todos los medios, todavía ningún cargo se ha sentido aludido, al contrario, se han pegado con loctite a la poltrona, por si acaso.

Lo más sospechoso del tema es que este bombardeo de siniestros ferroviarios se produce en un momento en que está próximo (precisamente) el traspaso del servicio de cercanías. Y curiosamente ya se están tomando las medidas para acelerar dicho traspaso. No quiero ser malpensado, pero si una vez se realice el traspaso, desaparecen los problemas diarios de retrasos y averías de trenes, empezaré a pensar realmente mal. Porque espero que nadie piense que todo se va arreglar con un simple traspaso de competencias de la noche a la mañana. Claro que si deja de aparecer en las noticias es que ya ha desaparecido el problema.

Desde luego hay que reconocer que al menos esta lección si se la han aprendido bien. A ver cuando aprenden otras que son más provechosas para la humanidad....

sábado, 2 de junio de 2007

Ganar por la cara

"No hay enemigo pequeño"...

"Unas veces se gana y otras veces se pierde"...

"El fútbol es así"...

Todas estas frases "originales" me están viniendo a la cabeza ahora mismo. Estoy escribiendo estas líneas mientras estoy viendo a la gloriosa selección española como esta derrotando heroícamente a la poderosa selección de Letonia. De momento vamos ganando por la cara.... por la cara de un letón que nos ha hecho el inmenso favor de meter la pelota dentro de su propia porteria.

La verdad es que he visto muchas selecciones pasar. Todas ellas de una calidad impresionante. Desde aquélla del mundial 82 formada por Arconada, Goicoechea (entonces el apellido se escribía así), Gordillo, Lopez Ufarte, Satrústegui, etc. Que según un ordenador llegaba a la final y perdía con Brasil (dicen que el que programó ese ordenador, ahora programa las visitas de un dentista), pasando por aquella otra cono los Míchel, Butragueño y cía, que nos amenizó una madrugada goleando a Dinamarca en México (para dos días después pifiarla contra Yugoslovia), y luego con Raul mirando al cielo mientras sonaba nuestro impresionante y espeluznante himno (y también mientras nos van colando un gol detrás de otro).

Y también he visto pasar unos cuantos entrenadores: Kubala, Santamaría, Miguel Muñoz, Clemente, Camacho, Saez y Aragonés (a lo mejor me he dejado alguno porque lo digo de carrerilla). Y la verdad es que hay que agradecer a este último que la mayor emoción que podemos esperar de este partido fundamental para poder clasificarnos para el próximo europeo es saber a quién le van a tocar los 10.000 euros que se rifan a golpe de mensaje de móvil. Yo creo que si no fuera por esa incertidumbre, el que más y el que menos estaría en actividades tan banales como ir al cine, salir a tomar una birra (o dos....o cinco), ver a amistades que hacía tiempo no veías.....En fin, cualquier cosa menos estar delante del televisor.

Grácias, Luís, desde que llegaste me ha quedado clarísimo que tenemos lo que tenemos y ya está. ya era hora que alguien pusiera a la selección en su verdadero sitio. Y eso tiene mucho mérito.


Ya me estoy mordiendo las uñas pensando en el trascendental partido del miercoles contra Liechestein.....

jueves, 24 de mayo de 2007

martes, 1 de mayo de 2007

El gen de Caín

Esto lo decía el Doctor Berna. El "doctor Berna" no era doctor, y además tampoco se llamaba Berna. Sin embargo era un tipo muy curioso que conocí hace muchos años (y no en una galaxia muy lejana precisamente, aunque si se podría decir que era una “galaxia“).

Hace la tira de años, cuando mi abuelo pasaba a buscarme al colegio, solía hacer parada en un bar que hoy en día estaría catalogado en la guía Michelin como : "bar de carajilleros". De hecho mi própio abuelo contribuyó a mantener viva la leyenda. Tenía por allí a sus coleguitas con los que se echaba unas partidas al dominó o a la cartas para amenizar las horas libres que tenía, y de paso rememorar las “batallitas“ de cada uno. Nunca mejor dicho, porque el que y más y el que menos, en el funesto año 1936 ya tenía edad para aguantar un fusil. Uno de los parroquianos habituales era el "Doctor Berna". Yo, tengo grabada su imagen en mi memoria sentado en un taburete, acodado en la barra del bar, normalmente en la esquina, inclinado hacia delante, con un vasito de un inidentificable (entonces no existía el C.S.I.) líquido color turbio, casi siempre vacío o medio lleno (según se mire), y un cigarro a medio acabar en la mano (o a medio encender según se mire). Tenía la cara más bien chupada, barba de tres días, los ojos enrojecidos y vidriosa, del humo y otros vapores que se destilaban por allí. Siembre estaba situado estratégicamente en el bar. Si miraba a su izquierda controlaba quien entraba al bar; si miraba a su derecha controlaba las mesas donde se solía realizar la timba de los jubilados; si miraba al frente y ladeaba un poco su cabeza, veia a través del espejo lo que sucedia a su espalda;Y, naturalmente, el que tenía totalmente controlado era al barman. Todo un estratega. En semanjante posición dominaba totalmente el local y a pesar que a veces no parecía estar presente no se le escapaba nada, y aunque la mayor parte del tiempo permanecía allí en silencio, no dudaba en aportar su granito de arena en cualquier conversación que le interesara. Cuando te hablaba acostumbraba a mirar fijamente a los ojos, y si le mirabas parecía que te estaba hablando desde muy lejos, con esa mirada que sólo se puede adquirir con la experiencia. Tenía esa mirada indescifrable (sobretodo para un niño de 5 años) que no sabías si te estaba leyendo la mente o estaba pensando en tomarse otro sol y sombra. Como decían que tenía un "ojo clínico", le empezaron a llamar "Doctor", y cuando, en aquellos años se hizo mediáticamente famoso el doctor Christian Barnard, lo rebautizaron con el castizo "Doctor Berna".

Una tarde de aquéllas en que pasaba por aquel bar (hoy habría que ser muy generoso para llamar a aquel sitio “bar“ y no digamos nada de „“cafetería“), mientras los parroquianos, entre los que se encontraba mi abuelo, amenizaban un subastado, se entablo una discusión sobre a quien me parecía más si a la familia de mi padre o a la de mi madre, y mientras la conversación pasó de la anatomía (que la boca es de tal, las orejas de cual....) hacia lo ético-filosófico (, el "doctor Berna" se giró lentamente su cabeza, me miró fijamente al mismo tiempo que le daba una calada a su cigarro, y aprovechando un pequeño descanso en el debate sentenció: "lo que es menester es que no tenga el gen de Caín....ya hay bastantes joputas sueltos". Los parroquianos, en silencio asintieron vehementemente, y la conversación se fue derivando hacia "joputas" conocidos". . .

Yo entonces no sabía quien era el tal Caín. Creo que fue la primera vez que recuerdo haber escuchado su nombre. Es curisoso que aunque he conocido gente que tenía como nombre Abel, no he conocido a ningún Caín. Lo cual no es una buena señal. Sin embargo, aquella breve escena vivida en el bar se me quedó grabada en mi mente, y de vez en cuando la he ido rememorando.

Sobretodo cada vez que aparecía el nombre de Caín. En clase de religión me enteré que tenia un hermano, llamado Abel, al que le dio matarile por un "quítame de aquí estas pajas". Más tarde, estudiando a la generación del 98, se hablaba mucho del tal Caín, y sobretodo del cainismo como una de las características de esta Espana nuestra Como escribió nuestro entrañable Machado: Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta//no fue por estos campos el bíblico jardín//son tierras para el águila, un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín. Luego fue la peculiar versión de la historia que nos ofrecieron los Baron Rojo ("Hijos de Caín"), que nos recordaban que todos éramos hijos de Caín.

Lo cierto es que mirando con perspectiva me he encontrado a lo largo de mi vida con muchos Caín. Solo que en aquél momento no les llamaba así (más bien les llamaba de todo menos bonitos). Pero pensando detenidamente en las palabras del "Doctor Berna", la verdad es que tenía razón con eso de los genes, porque no acabo de entender qué nos empuja a putear al prójimo siempre que tiene ocasión. Lo he visto en el cole, en el insti, en la uni, en los trabajos en los que estado, lo he vivido en mis carnes, me lo han contado mis amigos....... Parece que el apuñalarnos (por la espalda o no) va dentro de nuestro código genético. Y la verdad es que es algo que no conseguido entender nunca. Quizás sea mejor pensar que lo llevamos ya dentro y que no podemos evitar ser como somos. Porque si esa explicación falla, la alternativa es que nos volvemos así por las buenas. De modo que llegamos a la pregunta del millón: El Cáin (o más conocido en nuestras tierras simplemente como "Hijo de Puta") nace o se hace??

Una pregunta de difícil respuesta, quizás sea mejor dejar de hacernos preguntas y plantearnos alguna respuesta, porque lo cierto es que cada día veo a más "hijoputa" suelto, y habría que buscar una solución.

jueves, 22 de marzo de 2007

Los tiempos están cambiando


Si ha habido un equipo de fútbol que ha despertado desde siempre una (sana) envidia, este es sin duda el Athlétic de Bilbao. No solo por la excelente cantera que hasta hace sólo unos pocos años parecía un inagotable surtidor de muy buenos jugadores (hoy en día todo el mundo recuerda a Guerrero, pero yo pienso en los Dani, Sarabia, Rojo, Iríbar, Alexanko, Julito Salinas, ....). Es difícil encontrar un equipo de primera con aspiraciones (incluyendo a los dos grandes) que no tenga o haya tenido un jugador salido de esa cantera. Otro de las cosas han sido envidia admiración es su parroquia, o sea su público. "La Catedral", nombre con el que se conoce a San Mamés, es un campo en el que si juegas bien sales a hombres, aunque lleves el uniforme del equipo contrario. A mi personalmente se me ponen los pelos de punta cuando aparecen esos armarios roperos vestidos de blanco y rojo y con la txpela a la cabeza gritando aquello de Atheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetí, mientras que su careto pasa por todos los colores imaginables. Mucho más que cuando ves a los aficionados tarareando el himno nacional en los partido oficiales de nuestra "gloriosa" selección.

Una de las peculiaridades e idiosincrasias de este club es que sólo juegan en su equipo jugadores vascos o navarros, y nadie más. Y esto ha sido así durante toda su historia. A algunos les puede parecer como un club racista, o clasista, a otros como unos chulos sobrados, y a otros simplemente como lo que son: vascos. Y a pesar de restricción que en otra región supondría que el equipo acabaría jugando en cuarta regional, el club tiene un palmarés más que aceptable. El “Athleti” tiene en su haber unas cuantas ligas, incluso hasta hace unos años se le llamaba el rey de copas, por su afán en coleccionar copas del rey (destronado por el Barça por cierto), e incluso diversas participaciones en competiciones europeas incluyendo la Champions, aunque con poca fortuna, todo hay que decirlo.

Todo iba muy bien hasta que apareció un tal Bosman y provocó una revolución en el mundo del fútbol. A causa de su pleito, todos los clubs de fútbol grandes y pequeños han visto como sus alineaciones se han europeizado considerablemente. En principio, para el Athleti, esta sentencia ni le iba ni le venia (vamos como el que "tenía un tío en Graná" que ni tenía tío ni tenía ná). Sin embargo, desde hace unas cuantas temporadas, el equipo flirtea cada vez más descaradamente con los puestos de descenso. No creo que haya que echarle toda la culpa a la famosa sentencia Bosman. También es verdad parece que desde que apareció Guerrero, aunque han salido buenos jugadores, ninguno ha llegado al nivel de éste. Por otro lado, cuando a principios de temporada se repasan las altas y bajas y los gastos en fichajes, el “Athleti” siempre estaba entre los más ahorradores. Más tarde o más temprano, todos estos factores iban a afectar de una forma o de otra en la clasificación de los bravos leones.

Lo más preocupante, pienso, no es que el equipo esté bordeando los puestos de descenso actualmente. Lo que realmente es llamativo es que, si tenemos en cuenta los incidentes del último partido en el que perdieron 0 a 3 frente al Osasuna, los aficionados no parecen tener en cuenta las circunstancias especiales que rodean a su club del alma. Evidentemente, perder no le gusta a nadie (el que dijo aquella tontería de que “lo importante es participar” seguramente era suplente en un equipo de petanca), y plantearse bajar a Segunda a menos que a nadie. Sin embargo, la realidad es muy dura. Tal vez quede muy pintoresco eso de jugar sólo con canteranos, y es una idea muy romántica pensar en un equipo con una alineación en la que todos los nombres y apellidos te suenan, y que encima es capaz de codearse con los grandes a base de grandes dosis de compromiso, garra y por encima de todo testiculina (cojones, vamos, para que decirlo de otra forma).

Pero tal como está el mundo del fútbol hoy en día, el romanticismo te lleva directamente a Segunda División. Y si no, que le pregunten al Sporting, que, aunque no tenía exactamente la misma política de fichajes tan restrictiva, la base del equipo era la cantera, y con la cantera (y algún que otro guiri), llevan en segunda la tira de años en segunda, o que les pregunten también a sus vecinos donostiarras que parece que van marcando el camino hacia el pozo.

Y esto es algo que no parecen tener en cuenta los energúmenos que la liaron el domingo pasado en un templo como es “La Catedral”. Tal vez, a la vista de los acontecimientos, ha llegado el momento de cuestionarse aquello tan conocido de "más vale honra sin barcos que barcos sin honra". Ahora veremos si el típico carácter indómito que ha caracterizado a los vascos a lo largo de su historia acaba superando esta dura prueba. Hay que tener en cuenta que ni los romanos ni los árabes pudieron con ellos. Claro que tampoco hay que olvidar que los romanos traían la esclavitud de por vida, y los árabes el Islam...... será interesante estos inconquistables vascos son también inmunes a los cantos de sirena del euro y son capaces de mantenerse fieles a su idiosincrasia contra viento y marea..... Que haya suerte!!

viernes, 16 de marzo de 2007

Ya no hay héroes II

Continuando con el tema del heroísmo que dejé aparcado en doble fila hace unos días, otro de los pensamientos que pasaron por mi mente es que hoy en día recordamos más los héroes americanos (o mejor dicho norteamericanos) que no a los própios. En el fondo, es un ejemplo más de la influencia que ejerce "el amo del mundo" sobre sus súbditos. En gastronomía, por citar un ámbito conocido, comemos más carne de gat.....digo hamburguesas y "fast-food" en general que no las lentejas y potajes de siempre. En mitología o heroismo, nos suenan más nombres como Billy el Niño, Wyatt Earp, Doc Hollyday, el general Custer, o a los defensores del Álamo, que no a nombres más cercanos como Viriato, Gonzalo Fernández de Córdoba, Churruca, Juan Martín Díaz, o lugares como Numancia o el fuerte Baler.

Lo primero y más curioso del caso es que a pesar que los Estados Unidos de América tienen una historia mucho más reducida, sobretodo si lo comparamos con cualquier país de Europa, África o Asia, su maquinaria propagandística (ayudada sobretodo por el cine made in Hollywood) ha conseguido crear un olimpo de héroes própios que ha eclipsado personajes propios muy superiores en gestas.

Porque....vamos a ver, qué mérito tiene un personaje como Billy el Niño, una especie de pistolero muy joven que liquidó a unos cuantos tipos que tuvieron la mala suerte de ponerse delante de su revólver. Lo mismo que Ike Clanton cuyos hermanos y allegados se cruzaron el camino de dos tipos como Wyatt Earp y Doc Hollyday que disparaban primero y preguntaban después. Y en cambio de un pobre pastor de ovejas como Viriato, que recorría tranquilamente las tierras de la Iberia que luego sería conocida como España y Portugal, ya pocos se acuerdan. A lo mejor no tiene tanto mérito derrotar a los generales de la mayor potencia de su época la Roma que acababa de aplastar a los cartagineses, hasta el punto que visto que no podían derrotarlo uno de ellos le otorgó el título de "amigo del pueblo romano", que en latín quiere decir: "como no te podemos derrotar por las buenas te derrotaremos por las malas". O dicho de otra forma, sobornaron a sus lugartenientes para que lo liquidaran. Lo malo es que cuando éstos fueron a cobrar, a un ingenioso senador romano se le ocurrió aquello de "Roma no paga a traidores", que en latín significa: "grácias por los servicios prestados y ahora poned el cuello dentro de la soga".

Y también me dirán que el General Custer era todo un "metrosexual", muy guapito él con sus melenas rubias ondeando al viento pero vamos, que el hecho de liquidar indios (los auténticos norteamericanos por cierto), bajo el lema de "el indio bueno es el indio muerto", y cuyo mayor mérito fue conseguir por primera y casi única vez que se aliaran casi todas las tribus indias de la zona para cortar sus melenitas y seguramente otras partes del cuerpo que no voy a nombrar aquí. Y que por cierto consiguieron en la "famosísima" batalla de Little Big Horn, Pequeño Gran Cuerno en nuestro idioma, donde Custer y casi 300 soldados se dejaron los idem entre otras cosas. Y sin embargo ya nadie recuerda al que fue conocido como "El Gran Capitán", Gonzalo Fernández de Córdoba, militar que ya despuntó durante los últimos coletazos de la toma de Granada y cuyos mayores logros militares los consiguió en Italia, al asegurar el reino de Napoles para los intereses de la corona española y largar de allí a los franceses, a quienes derrotó en múltiples ocasiones. Al mismo tiempo que otros hacían las américas (o mejor dicho las descubrían), él machacó a los gabachos una y otra vez hasta que se aburrieron y se fueron a molestar a otra parte. Incluso se permitió un desaire a su muy "católica" majestad, Fernando (el de tantomontamontatanto...), cuando al requerirle éste las cuentas durante su mandato como virrey de Nápoles, Gonzalo, muy español él, respondió de una forma que deja bien claro como somos: "Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados."

Supongo que a casi todo el mundo le suena "El Álamo" y sus defensores del Álamo, entre los que se encontraban nombres ilustres como Davy Crockett, Sam Bowie o el Coronel Travis, que fueron masacrados por las tropas mexicanas del General Santa Ana mientras en las cornetas pinchaban "degüello". No voy a negar que los tuvieron bien puestos pero las comparaciones son odiosas. Lamentablemente pocos recuerdan la gesta del Fuerte Baler, conocida esta aventura como “los últimos de Filipinas”, donde un puñado de españolitos se atrincheraron en dicho fuerte, y allí aguantaron casi un año contínuos asaltos de los filipinos que querían echarlos de su isla. Tal fue el valor demostrado por los españolitos allí atrincherados, que los veintipocos supervivientes (de los cuales ni yo mismo recuerdo un sólo nombre) fueron recibidos por sus enemigos en formación y con todo el respeto que se ganaron a golpe de machete, bala y lo que se terciara. Con el añadido además que para cuando salieron, hacía meses que se había acabado la guerra. Tal fue su resistencia y obstinación que sólo faltó que bajara Dios del cielo para convencerles que se había firmado la paz. Y en nuestra tierra, ya prácticamente está olvidado el sitio de Numancia, ciudad celtíbera que resistió durante varios años a los romanos. Incluso el vencedor del cartaginés Anibal, Publio Cornelio Escipión, le costó varios meses rendir a la ciudad por hambre y otros derivados, y ante la inminecia de la derrota la mayor parte de los defensores (supervivientes más bien) prefirió el suicidio a la esclavitud romana (más tarde se conoció como “Pax Romana”). De ahí quedó el dicho de defensa numantina, la pena es que pocos saben a qué se debe el dicho.

Y podría contínuar hablando de otros personajes prácticamente olvidados cómo Churruca, por decir un nombre al azar, el cúal antes de partir hacia la derrota de Trafalgar al mando del navío que mandaba (el "San Juan Nepomuceno") escribía a su hermano estas proféticas letras: "Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto." Y efectivamente cumplió su palabra. Eso sí, hicieron falta seís buques ingleses para conseguirlo.

Como decía, esto se podría alargar, no hasta la eternidad pero sí un buen cacho. Nuestra historia es rica en personajes y hechos como los que he resaltado en estas líneas a modo de pequeña. Y la verdad, tonterias patrióticas al margen, es una pena que poco a poco vayan cayendo en el olvido. Y no dejo de preguntarme qué hubiera pasado si los yanquis hubieran tenido nuestros héroes. Porque si con los personajillos que ellos han tenido ha hecho tan magníficas películas....¡Qué grandes obras ha perdido el séptimo arte de haber tenido semejantes hombres!